así mismo, el tiempo, mas allá de su real existencia, es la medida adoptada comúnmente para medir y ubicar a través de él los distintos sucesos que van ocurriendo a lo largo de nuestra realidad. pero en sí, es vago en valor. es decir, no alcanzamos primero a destacar el momento antes de la sensación. me explico? la nostalgia por ejemplo. recordamos primero la sensación, el sentimiento, las circunstancias y por bueno o malo de la experiencia en sí. y es después que recapacitamos tiempo y hasta lugar, es entonces que caemos: "wuau, eso fue hace mil!" y es infinita e igualmente maravilloso y terrible. así mismo, las cosas que hoy o ayer encuentran, o encontraron fin -o transformación, o simplemente una desesperadamente necesaria pausa, no interesa si pasaron 20 años o 20 minutos hace 20años o 20 minutos de ese suceso. cuando algo acontece, y es capaz de calar hondo en nosotros, se establece una marca inherente e inmortal en nuestra memoria -experiencia.
una vez pensé y escribí "cada momentito es la infinidad, y es la escencia de la sensación". así, confirmo mi teoría por ahora: el tiempo no es tan importante en la calidad de un buen o mal recuerdo, sino el recuerdo con todo su valor en sí. eso es importante para mí y sólo por unos momentos... cuando deje de escribir, cuando apague mi pc, me acueste en mi cama y no pueda dormir por mis tormenos pasados, caeré en que él (el tiempo) vale mas de lo que yo lo aprecio. y es que lo desprecio, porque detrás de mis ganas de no aceptarlo, sé que es él quien maneja los hilos de las chances de experimentar nuevas o renovadas sensaciones.
"cuánto faltará?", "cuándo se repetirá?", "cuándo llegará?". acaso no nos hemos preguntado eso alguna vez? he ahí su oculta presencia y sublime valor.
