jueves, 10 de diciembre de 2009

Ya me habían hablado de ella..

pero nunca me imaginé que se sintiera tan sofocantemente mal..
me dijeron que tuviera cuidado de ella.. básicamente iba a depender de cuánta bola le diera.. y eso que no la descuidé! en serio! ba, tal vez al principio.. pero no era mi intención. es que todavía soy demasiado tonto para no medir las consecuencias.. cuando ella apareció, lo entendí todo. bueno, casi todo..
se trataba de quién tenía razón.. no me dió muchas armas para defenderme. ciertamente, no tenía muchas tampoco. me costó al principio acpetarla.. pero cómo me costó! sobre todo el darme cuenta que mis esfuerzos por evitarla fueron en vano desde el primer momento.. qué frustrante! y es que todavía debo mirarle la cara aunque hace todo lo posible para que yo no tenga el valor para siquiera atreverme a alzar la vista.. tomar valor propio, por mí y enfrentarme a ella.
ya falta menos para encontrarnos de nuevo, y ella ya está ahí de hecho, esperándome.. tiene mi cabeza entre su pie y el piso, apretando fuerte.. no me quiere dejar levantar, pero le demostraré que puedo.
que no me va a vencer.

_ carta abierta a la humillación.

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